sábado, 25 de junio de 2011

101 Km Ronda 2011

Hola amig@s, después de un tiempo sin pasar por aquí quiero contaros mi experiencia en los 101 de Ronda, como siempre algo inolvidable.

"Llegó el día, atrás han quedado meses de entrenamiento, noches con frío en polígonos, quitándole horas a la familia, etc.

Me levanto el viernes por la mañana, me voy al trabajo, los nervios están a flor de piel, hago las últimas compras. La mañana pasa rápido, llega el mediodía y voy a Málaga recoger a Marta.

Salimos para Ronda, por el camino llamo a Nono, él ha llegado ya, David llegará por la tarde-noche.

Quedamos con Nono y Ana en Montejaque, que es donde nos vamos a alojar. Acto seguido vamos a Ronda a recoger el dorsal, el pasaporte y la bolsa del corredor. Nos cogemos unas pizzas para cenar y para casa.

Se repite el ritual de todos los años: le pongo el dorsal a la camiseta, reviso el material,… lo dejo todo preparado para el Gran Día. Esa noche no duermo bien, vueltas en la cama, nervios.
Por fin amanece, me levanto a las 7:30, preparamos el desayuno, cogemos la mochila, me despido de Marta y nos dirigimos a dejar el coche en la Alameda. Muchos nervios, el cielo está oscuro, cae una ligera tormenta. Por fin llegamos al polideportivo, uufff qué barbaridad de gente! Nos sellan el pasaporte, me pongo el chubasquero y… chupinazo!

Al principio mucho agobio por la aglomeración de gente. Dejo atrás el pueblo, subimos la primera cuesta andando, sigo mi hoja de ruta a pie juntillas: cuestas andando, llano y bajadas trotando.

Llegamos al km 5, a lo lejos veo una camiseta que me resulta familiar, joder, si tengo una igual! Claro, es la equipación de mi club, jajaja. Me acerco y es José María, un compañero del club. Nos saludamos, nos ponemos al día y decidimos continuar juntos. Los km van pasando, el día nos acompaña, qué buena temperatura!

Llegamos al avituallamiento del circuito de Ascari, vemos mucha gente y decidimos seguir. Nos encontramos bien, genial, trotando, risas, cánticos, etc. A José María se le antoja una cerveza, jajaja,así que llamo a Marta que está con Ana en Arriate para que nos compre un par de ellas.

Bajamos la gran cuesta que nos lleva a Arriate, al final del pueblo se encuentra Marta, qué alegría al verla!! Paramos, nos tomamos las cervezas, un besito a la parienta y continuamos… qué pedazo de cuesta!! Vamos subiendo, le digo a José María que baje una marcha, no subo bien. Por fin llegamos arriba, nos tomamos unos geles, nos hidratamos y seguimos de nuevo, recuperamos muy bien, y pasando a corredores nos dirigimos al bonito pueblo de Alcalá del Valle.

Avituallamiento de Alcalá del Valle, ya tenemos media carrera en el bolsillo, contentos nos vamos hacia Setenil, nos sorprendemos por lo bien que vamos. Llamo a Marta y me dice que no les da tiempo a llegar a Setenil. No pasa nada, me dice José María que allí está Lourdes (su mujer). Con fuerzas llegamos al km 59 (Setenil), nos zampamos el sándwich y el chocolate, un poquito de vaselina para los roces y con energías renovadas gracias a los ánimos de Lourdes nos dirigimos hacia el Cuartel. El recorrido se empina pero vamos genial, vamos a llegar antes de las 12 horas. Cuando anochece nos colocamos el frontal y comenzamos la bajada hacia el Cuartel.


Primer susto, a José María, bajando, le da un tirón. Me dice que continúe pero de ninguna manera, él me espera en las subidas, yo a él en las bajadas.


Recibo una llamada de Nono, se retira en Setenil…

Pasito a pasito llegamos al Cuartel, ya solo faltan 23 km. Allí nos esperan Marta, Ana, Inma y Nono, ya retirado. Le doy otro besito a mi niña y para adelante.

Cenamos en el acuartelamiento, nos cambiamos y ya casi de madrugada afrontamos la subida a la Ermita. No voy, qué dura! No subo bien, pero ahí está José María para tenderme su bastón y tirar de mi. Por fin coronamos, me tomo otro gel y me da la vida. Bajamos genial, con fuerzas, al fin llegamos al avituallamiento de Montejaque, km 84, bajamos por la carretera hasta Benaoján. Afrontamos la Cueva del Gato, la vereda está con mucho barro y es un coñazo, pero pasamos con fuerza. Llegamos al siguiente punto de avituallamiento, km 91, qué alegría! Solo nos quedan 10 km, tengo una sensación que es difícil de explicar, ganas de llorar y una gran satisfacción.

Llegamos al km donde nos cruzamos con los compañeros que salen del cuartel y van a la Ermita, nos animamos mutuamente y afrontamos la subida al Pico de las Muelas, una subida dura, lo paso mal pero ya está casi conseguido, no me puedo venir ahora abajo. Bajamos el puerto para dirigirnos a la última subida: La Cuesta del Cachondeo.

Bajando noto un tirón en el gemelo, ahora no!! No te subas!! Casi le grito. Gracias a José María y a mi capacidad de sufrimiento, llegamos al pie de la subida, un vistazo hacia arriba y contemplamos unas vistas maravillosas: el majestuoso Tajo de Ronda.

La subida del Cachondeo transcurre bien, adelantamos a corredores y por fin llegamos arriba, ya está conseguido, nos miramos y sin decirnos nada empezamos de nuevo a correr para afrontar el último km, ya no importan ni los tirones, ni ir sin fuerzas.

Llegamos a la Alameda, a pesar de que son las 3 y pico de la madrugada hay gente animándonos, es una pasada, qué sensación! Brazos arriba en señal de victoria y entrada triunfal en meta. Paramos el crono en 17 horas y 30 minutos, no importa el tiempo, nos abrazamos, nos felicita el coronel.

Prueba superada."

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